A los 18 años empezó a trabajar en su primera agencia, la recién fundada di Paola & Asociados, en Buenos Aires.
A los 21, Direct Mailing le encomendó su gerencia de operaciones en Madrid. Y, pocos meses después fue contratado por CP Comunicación (hoy Proximity), la agencia de marketing directo de Contrapunto, creada unos meses antes.
A los 24 años se convirtió en CEO de CP, la primera agencia que dirigió.
A los 27, lo nombran CEO de Contrapunto y funda el Grupo Contrapunto-BBDO. En los siguientes años crea CP Interactive y CP Data, y emprende la expansión a Barcelona, Lisboa, Buenos Aires, Santiago de Chile y Bogotá.
A los 31 años co-funda Proximity Worldwide, siempre dentro de BBDO, con presencia en 25 países, es nombrado presidente para España y Latinoamérica y ocupa una de las cuatro plazas de su board global.
A los 35 co-funda su propia agencia, Shackleton, con oficinas en Madrid, Barcelona y Santiago de Chile.
A los 50, vende Shackleton a Accenture, y, desde entonces, es CEO de Shackleton y Managing Director en Acceture Interactive.
Ha recogido el premio “Agencia del Año” 32 veces en 7 festivales diferentes y 17 Grand Prix, incluido el de Cannes, y el Gran Premio Eficacia de la Asociación Española de Anunciantes.
Ha sido jurado en prácticamente todos los festivales y presidido los de Cannes Lions, y El Ojo de Iberoamérica entre otros.
En 2012 la Universidad Complutense de Madrid le otorgó el premio Mejor Talento Comunicativo.
En 2019, recibió el Andi Emerson Award, convirtiéndose en el primer no anglosajón con esta distinción.
En 2020 Forbes lo incluyó en la lista de las cien personas más creativas del mundo de los negocios. Y la Asociación Española de Anunciantes le otorgó su Premio a la Trayectoria Profesional.
Es presidente de La Academia de la Publicidad. Y ha sido co-fundador y presidente de la Asociación de Agencias Digitales, así como miembro de las Juntas Directivas de la Asociación Española de Agencias de Comunicación Publicitaria y la Asociación Española de la Economía Digital.
Mensaje de Pablo para los participantes y jurados
Carta de Pablo Alzugaray a los Jurados de El Tercer Ojo, Mejor Idea Latina para el Mundo y El Ojo Especial Covid
Estimados miembros del Jurado de El Ojo:
Es un honor y una alegría presidir el Jurado que integramos. Sirva esta carta como presentación preliminar, sobre todo ante aquellos de vosotros que aún no conozco. Espero que pronto podamos vernos y, antes de lo que pensamos, encontrarnos.
La organización me sugiere que os escriba para “definir criterios y recomendación para el juzgamiento”, pero la verdad es que creo que la riqueza de un jurado está en la diversidad de criterios, así es que no me gusta mucho la idea de unificarlos.
En todo caso, encantado de compartir con vosotros cómo intento organizar mis pensamientos, cuando me toca estar de este lado en un festival.
Siempre que he presidido un Jurado he simplificado el proceso haciéndome cinco preguntas delante de cada pieza:
- ¿Es bueno?
- ¿Es nuevo?
- ¿Es relevante?
- ¿Funcionó?
Si tienes cuatro cruces, estás delante de una pieza de lista corta.
En la siguiente fase, tienes que hacerte la quinta:
5.- ¿Es mejor que los demás?
Y entonces sabes si es un premio.
Igual se espera de mi algo más sofisticado, pero la realidad es que así es como lo he hecho otras veces… y me siguen invitando :).
Además, haría tres consideraciones personales, sobre premios y festivales con las que tampoco veo necesario que coincidáis.
1.- Lo normal es dar los premios.
Como casi todo, un festival es una especie de “acuerdo entre partes”.
Por un lado, la organización que, imaginemos, tiene 30 categorías en las que prevé entregar tres metales que, sumados a reconocimientos especiales, alcanzarían un palmarés de cien premios.
Por el otro, la gente. Agencias, productoras y anunciantes que trabajan duramente todo el año en hacer sus trabajos y, además, dedican esfuerzo, tiempo y dinero a inscribir, digamos 1.000 trabajos.
Y ambas partes aceptan que una tercera, el jurado, decida cuáles de los mil, serán los cien.
Pero entonces, el jurado decide que por aquello de “dar un mensaje a la industria” o lo de “mostrar el camino”, un buen número de categorías quedarán desiertas y en lugar de dar los cien premios previstos, se darán solo sesenta.
Por supuesto, puede haber algunas excepciones, que den lugar a algún metal desierto, pero en mi humilde opinión, el palmarés lo deberían componer los mejores trabajos de los presentados. Y punto.
En las disciplinas olímpicas con jurado, como gimnasia o natación sincronizada, no quedan la mitad de las medallas desiertas porque el jurado considere que los atletas no tienen el nivel que ellos consideran mínimo para medalla. Quienes obtienen la mejor puntuación ese día, ganan las medallas que estaban en juego ese día, y son aclamados como los vencedores de esa olimpíada. Es tarea de cronistas e historiadores la comparación entre la calidad demostrada en los diferentes Juegos.
Pero es que, además, cuando se niega un premio no solo no gana nadie, sino que todos pierden. Los que lo habrían recibido se quedan sin una inyección de ilusión y energía; el festival pierde la oportunidad de convertirse en algo más importante para más gente, que a su vez aumentará su éxito para futuras ediciones… y el jurado pierde la satisfacción de provocar mucho de lo bueno para lo que existe.
Y si alguien a estas alturas piensa que negando muchos premios se consigue aumentar el valor de los otorgados, que haga el ejercicio de intentar recordar más del 10% del palmarés del último festival. Pienso que una semana después casi nadie recuerda qué campañas ganaron qué, más allá de los grandes premios y algunos oros.
2.- Ni truchos, ni truchas.
Soy de los que piensa que en los festivales podría haber una sección para truchos en la que imperase la exploración sin límites, pero mientras no sea así, no es justo ni aceptable, que piezas inventadas para festivales compitan con las que realmente fueron aprobadas y usadas por una marca para alcanzar objetivos reales.
Con la excepción de gráfica y exterior, donde el trucho autóctono sigue campando a sus anchas, creo que es justo reconocer que, en los demás medios, esta especie está en feliz peligro. Pero el fenómeno es más “de mutación” que “de extinción”. El trucho está mutando a trucha de piscifactoría: una agencia que quiere ganar un premio tiene una buena idea, busca a una empresa pequeña u ONG, para que la firme y, todo a cargo de la agencia, produce un video espectacular para contarla.
Evidentemente hay que celebrar que la trucha hace menos daño al ecosistema que el trucho, porque la acción existe y la empresa también, por lo que tiene algo de artificial, pero no puede decirse que sea falsa… pero, también evidentemente, no puede tener el mismo valor que los trabajos que, de forma orgánica, han nacido para o desde una marca.
3.- Desdramaticemos.
Ser jurado es una vivencia de contrastes. Es cuando más influyes y cuando más aprendes. Un reconocimiento a tu carrera y la mayor cura de humildad. Puedes estar pasándolo mejor que nunca y, al instante, estar en medio de una batalla.
Pero me parece clave no olvidar que, al final del día, el palmarés es solo de la opinión de un grupo de personas sobre un grupo de trabajos en un momento determinado. Siempre digo que otras personas, en el mismo momento harían otro palmarés y las mismas personas en otro momento también. Así que es bueno desdramatizar todo un poco.
Y termino como empecé, celebrando que seamos parte de todo esto. No creo merecer la oportunidad de conocer algunos de los mejores trabajos del mundo y a un grupo de personas seleccionadas de todo el planeta. No hace falta pensar mucho para entender lo privilegiados que somos.
Un abrazo a todos.
JURADOS EL TERCER OJO / MEJOR IDEA LATINA PARA EL MUNDO / EL OJO ESPECIAL COVID
Checha Agost Carreño – Founders – México
Edson Athayde – FCB Lisboa – Portugal
Rodolfo Borrell – The Table – República Dominicana
John Forero – DDB Colombia
Claudio Lima – CHEIL Brasil
Luis Miguel Messianu – Alma – Estados Unidos
Mónica Moro – McCann España
Juan José Posada – Geometry México
Jaime Rosado – Rosado Toledo &. – Puerto Rico
Catalina Sánchez – VMLYR Colombia
Tony Sarroca – Simple – Chile
Mariano Serkin – Isla – Argentina